La escuela libre, una alternativa a la educación rígida

Hace algunos años atrás las escuelas conocidas como de libre enseñanza están tomando protagonismo cada vez más en todo el mundo.
¿Porqué han experimentado estas escuelas este auge en los últimos años?, ¿qué tienen de especial?, ¿porqué cada vez los padres las eligen como una alternativa?
La principal razón de los padres es que, mientras la enseñanza tradicional a fracasado con muchos alumnos, con un aumento del abandono escolar y un gran desinterés por los estudios, la enseñanza libre donde no existe ese abandono, y además provoca en el alumno un interés natural por aprender.
Beneficios de la escuela libre
¿Y cómo se consigue esa magia donde los niños van contentos a la escuela y donde se aprende jugando?
La idea no es nueva, ya lleva implantada en muchos países desde hace muchos años, especialmente en los nórdicos, y sus principales precursores llevan creando escuelas desde los años 70 Montessori y Waldorf. Aunque los últimos años han aparecido nuevos seguidores de estas doctrinas liberales, abriéndose las puertas a innovadoras posibilidades lectivas.
El fracaso de la escuela tradicional se basa básicamente en impartir las mismas materias por igual a todos y pretender que aprendamos al mismo ritmo. Se elimina la creatividad, las enseñanzas artísticas, todo aquello que nos incite a salirnos fuera de las normas, se aplican metodologías rígidas donde el alumno es un mero espectador del discurso del profesor. Por eso actualmente los padres ven como el sistema educativo muere ante las nuevas generaciones que demandan una alternativa más intuitiva y activa.
Por otro lado, la enseñanza libre se basa en el respeto, se aprende experimentando no memorizando, se enseña a colaborar no a competir, los niños aprenden cada uno a su ritmo, los errores son vistos como parte del aprendizaje, no se coarta la creatividad, y requiere una mayor implicación de las familias. Se da mucha importancia al acompañamiento emocional, la empatía, las consecuencias lógicas en vez de castigos y el aprendizaje se estimula a través de los impulsos curiosos de los propios niños, sin ningún temario preestablecido. El profesor se iguala al alumno y pasa a ser un simple orientador del aprendizaje. El resumen de su ideología se da en la famosa frase de Benjamin Franklin: "Dime y lo olvido, involúcrame y lo aprendo".
La educación libre hace más felices a los niños
Se ha comprobado, a lo largo de esta última década, que los niños que van a estas escuelas convencionales no existe el abandono escolar.
Sin embargo, aunque todo en un principio pueden parecernos ventajas, también hay quienes se oponen a este tipo de enseñanza. Las razones que se alegan es que es muy complicado mantener una clase con un número grande de alumnos en esas condiciones de individualidad, con lo que las dotaciones de estos colegios deberían ser enormes, caras y con pocos alumnos por profesor.
Pero lo cierto es que en la actualidad suponen una opción real y si reflexionamos un poco ¿qué niño diría que no a estar en ese tipo de escuela? Definitivamente ninguno.